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Aldo Farias, sinónimo de temperamento y  calidad técnica

Última actualización el 23 de septiembre de 2022

Equipo de 1º de Mayo: Parados: Herenio Rotela, Mario Duarte, Celino López, Severiano Almirón, Aldo Farias y Aníbal Gutiérrez. En Cuclillas: Arnaldo Galeano, Alfredo Ocampos, Miller Rivas, Ramón Navarro y Jorge Sarubbi.

Tuvo un efímero paso por el fútbol, lo suficiente para impregnar su estilo. Era el típico volante de marca, que podría dejar para la pelota, pero no al rival. Franqueño genuino, que jugó casi 10 años. Apenas empezaba a jugar tuvo la opción de fichar por Cerro Porteño, lo cual no se concretó por mezquindad dirigencial. Y él perdió la esperanza de dedicarse al balompié profesional.

Esta enriquecedora historia la construyó Aldo Farias, quien brillo en el fútbol y también en el fútbol de salón. Además, es reconocido entrenador. Emergió en la década del 80. Entre sus cualidades se destacaba la dureza al disputar el balón, no medía impacto alguno. Era habilidoso, tenía buen dominio del balón.

Le gustaba la disciplina, porque sabía que los entrenamientos le servían para demostrar su capacidad, los domingos, en la cancha.  Los árbitros lo tenían muy en cuenta, no por sus virtudes que ayudaban a su equipo, sino porque era muy amigo de los tarjetas. “Jugaba un partido y luego estaba suspendido dos. A veces terminaba el primer tiempo, si no, era expulsado al comienzo del segundo tiempo. Solía repartir patadas”, recordó entre risas, el propio Aldo Farias.

Admitió que Leandro Alvarez, técnico, y Lorenzo Cano, preparador físico, son quienes le ayudaron a extirpar esa costumbre de ser expulsado casi en cada fecha.

INICIOS

“Me inicié en la escuela de fútbol del profesor Osvaldo Charón, a los 7 años. Me enseñó disciplina y responsabilidad. A los 13 fiché en 1º de Mayo, al año siguiente debuté en primera. En 1985 vino Saturino Arrúa para llevar a Melanio Almirón y Wilfrido Miranda, también se fijó en mí y en Carlos Recalde. Nos invitó para ir a Cerro Porteño, donde él estaba como entrenador en las inferiores”, rememoró.

Sostuvo que estuvo un mes en Cerro de Asunción con el sueño de fichar, pero la directiva de 1º de Mayo no quiso cederle el pase y le privó de la oportunidad de jugar en el Ciclón. “Lamentablemente, tuvimos que volver al Alto Paraná, y jugué en 1º de Mayo y también empecé a incursionar en el fútbol de salón”.

Aseguró que se dedicó poco tiempo al fútbol, porque debió trabajar a la par, debido a que del fútbol no podía vivir. 

Aldo Farías (derecha), con Severiano Almirón.

UN TÉCNICO

“El que me dio la oportunidad y me puso en la posición en que rendí fue Leandro “Cococho” Alvarez. En 1985 vinieron a las inferiores de 1º de Mayo Oscar Luis Espina, Feliz Antonio Gutiérrez y Andrés Rosa Torres.  Me probaron de líbero y empecé a jugar en esa posición. Pero a Arrúa me dijo que era peligroso que jugué en el fondo, porque era muy técnico, porque bajaba la pelota y salía jugando”.

REGALOS DEL FÚTBOL

Me dio muchos amigos y los conservo hasta ahora. Por cosas de la vida no pude irme a otros clubes, ya trabajaba y prácticamente perdí la esperanza de jugar en equipos grandes, cuando volví de Cerro Porteño. Entonces, mis padres me dijeron que debía trabajar. Porque los dirigentes pensaban más en la plata, no pude quedarme en Cerro. Lo mejor que me dio el fútbol son los amigos”.

AYER Y HOY

“Ahora, prácticamente, terminó la Liga Paranaense. Antes, cuando iba a comenzar la División Juvenil, el estadio ya estaba lleno. Antes, Tupí, Minga Guazú, Hernandarias, Nacional de Hernandarias. Los clubes contrataban jugadores de Asunción y se armaban equipazos”.

Agregó: “Si jugaba en juvenil, es porque tenés condiciones,, y si llegas a primera, es  porque convenciste al técnico con tu talento. Ahora, los muchachos entrenan una vez y aparece el domingo para jugar. Hoy, hasta los dirigentes se hacen de entrenadores”.

Considera que el ascenso de los clubes que dependían de la Liga Paranaense a Nacional B o Intermedia influyó bastante para la decadencia e del fútbol esteño. “Hoy día, la recaudación no sirve para cubrir el honorario de los árbitros. Además, los jugadores, termina el partido y empiezan a tomar cerveza. Hasta dirigencialmente ya no hay jerarquía, sin menoscabar a nadie”.

Aseguró que, antes, cualquier rival temblaba al ver la casaca de Paranaense o escuchar hablar de la selección Paranaense. “Hoy día nadie le tiene miedo a Paranaense”.

MOMENTOS GLORIOSOS

“Cuando me tocó dirigir el partido soñado de mi vida, contra Ovetense. Antes veía salir campeón a Paranaense, con Saturnino Arrúa o Esteban Molinas. Gracias  los dirigentes y al equipazo que tuvimos. Con Edward (Melgarejo) tomamos el timón y en 22 días rearmamos el equipo. Cuando Alfredo Acosta pateó el último penal, miré al cielo y le agradecí a Dios. Ascendimos a la Segunda División. Lamentablemente, unos días después, todo se cocinó dirigencialmente. A Alfredo Acosta le sacaron de  la lista para el siguiente torneo, eso me dolió mucho, porque era el estandarte”.

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FICHA

Nombre: Aldo

Apellidos: Farías Colmán

Fecha de nacimiento:  23 de marzo de 1969

Lugar de nacimiento: Presidente Franco

Apodo: Kuriju

Hijos: Richard Emmanuel, Derlis Rodrigo, Aldo Andrés y Bruno Ezequiel

Puesto:  Volante marcador y líbero

Estatura: 1,78

Trayectoria: 1º de Mayo, Corrales, Gral. Díaz (Liga Paranaense), Juventud de Puente Kyha, Sportivo Iteño,

Logros como integrante de cuerpo técnico: Campeón con 1º de Mayo en 1998, campeón con Corrales 2011 en Sub 15, campeón con Gral. Caballero de Mallorquín en 2004, campeón con Atlético Stroessner en 2009.

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