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Mario Amarilla, talentoso y polifuncional

Última actualización el 10 de agosto de 2022

Foto: Mario Amarilla (primero desde  la izquierda, en cuclillas), en el equipo de 3 de Febrero junto Juan Ojeda, Sergio Espíndola, Roberto Gamarra, Vidal Cabrera, Nery Quintana, Eder Godoy, Víctor Ferreira, Pánfilo Ramírez y otros.  

Mario Amarilla (primero desde la izquierda, en cuclillas), en el equipo de 3 de Febrero junto a Juan Ojeda, Sergio Espíndola, Roberto Gamarra, Vidal Cabrera, Nery Quintana, Eder Godoy, Víctor Ferreira, Pánfilo Ramírez y otros.

Prodigioso, luchador, dotado de buen técnica. Comenzó el azaroso camino en el fútbol cuando era un niño. A base de mucho esfuerzo y dedicación construyo su propia historia y se ganó un lugar con su talento y perseverancia. Recorrió varios clubes y cosechó consagraciones  y alegrías. Admite  sus errores, como buen deportistas, y a partir de allí, quiere orienta a los más jóvenes.

Mario Amarilla, persona humilde y generosa, siempre abierto con los demás. Gran parte de su carrera, que duró 17 años, dedicó al 3 de Febrero de Ciudad de Este.  Vistió casacas de otros clubes profesionales hasta que decidió colgar los botines, tras militar en clubes de la Liga Deportiva Paranaense y de Ka’arendy.

Una lesión en la rodilla le cortó su carrera, la cual pudo haber sido más exitosa. Fue un lateral izquierdo de mucha proyección, corría bastante, bueno para los centros, también para la cobertura y la contención.  Además, cumplía con creces la función de volante por la zona zurda y siempre listo para las asistencias , solidario para apoyar la tarea de los delanteros.

INICIOS

“Cuando tenía 10 años fui a la escuela del fútbol del Círculo Peruano, luego pasé al 3 de Febrero, cuando Juan Peralta era  el técnico. Allí jugué desde la precadete hasta infantil. En 1997 pasé a jugar en el equipo de primera, y desde el 98 integré definitivamente la plantilla principal”,  manifestó.

APODO

Entre risas, dijo: “Fue Roberto Gamarra, quien me puso. Compartíamos mucho. Desde niño tengo un chinchón en la cabeza,  de la época de la escuela. Un día me abraza, me toca la cabeza y encuentra el chinchón. Me preguntó qué me pasó. Le dije lo que me sucedió y desde ese momento, los compañeros de fútbol me apodaron Candú”.

REGALOS DEL FÚTBOL

“El fútbol me dio muchas amistades, conocí muchos lugares y sobre todo, me dio una hermosa familia. A través del fútbol conocí a la que hoy día es mi señora”, sostuvo.

AYER Y HOY

“Si, hay mucha diferencia, quizás sean por los momentos también. Antes, que un joven tenga la oportunidad de jugar y estar entre los grandes, tenía que tener mucha capacidad. No cualquiera jugaba. Habría que respetar a los más experimentados, en vestuarios, uno no puede entrar y sentarse en cualquier lugar”.

Agregó: “Hoy en día hay mucha oportunidad para el joven, que tiene disciplina, que tenga buen físico, velocidad, factores que favorecen mucho. Se les ayuda mucho al que demuestra interés. Hoy hay mucho interés económico, sobre todo, si uno tiene 14 o 15 años, ya ha empresarios que ayudan”.

MOMENTO MÁS GLORIOSO

“El momento que  más me marcó y no olvidaré fue cuando el profesor me llama para entrenar en el plantel de primera. Fue un momento único, inolvidable. Además, los títulos que obtuve jugando al fútbol”.

UN TÉCNICO

“Pasé por muchos técnicos, quienes me marcaron con sus enseñanzas. Trabajé con  Alicio Solalinde, Jara Saguier, Oscar Paulín, Elizeche. El técnico que deja recuerdo, es aquel que te dirige también fuera de la cancha, inculca y orienta como uno debe sobrellevar la vida. En ese sentido, Francisco Sosa, fue quien decía directo las cosas, daba valor y participación a todos. Entonces, uno siempre lleva en cuenta esas orientaciones. El profesor Catalán (Benito) Ramos me ayudó muchísimo, aprendí mucho de él. A todos soy muy agradecido por todo lo que hicieron para que llegué a ser futbolista”.

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SECRETOS PARA LA REGULARIDAD

“El profesionalismo es esencial, en el fútbol actual mejoró. Los europeos no se concentran, almuerzan y van a la cancha a la hora del partido. El futbolista paraguayo debe ser más profesional para llegar lejos. Es por eso que los jóvenes que fueron a Europa volvieron rápido. La disciplina, cuidado personal, fuera de la cancha, es 70% para rendir alto siempre”.

DISCONFORMIDAD

“Pude haber llegado mucho más lejos y jugar en equipos grandes. Pero mi irresponsabilidad limitó mi progreso”,

FRUSTRACIÓN

“Fue durante la lesión que sufrí en el 2003, tuve una lesión en la rodilla derecha. Más bien fue por mi irresponsabilidad, reconozco que fue responsabilidad. Me golpeé en un partido ante Presidente Hayes y me golpeé. Después fui a jugar un partido con los amigos”.

MENSAJE PARA LA JUVENTUD

“Que sean perseverantes, y disciplinados, sobre todo, porque hay apoyo para sobresalir. Pero deben ser disciplinados, respetar los códigos del fútbol para poder llegar lejos. Deben tener en cuenta que deben ser ambiciosos, no es porque llegaron a jugar en primera o porque tienen todo se deben relajar”, enfatizó.

AGRADECIMIENTOS

“A dirigentes importantes, muchos fueron importantes, Antonio Aranda fue como un  padre para mí, nos ayudaba bastante. En su momento, Cacho Montiel, Juan Araujo, no debe ser agradecido al futbol y la vida.  Y la familia, en las buenas en las  malas siempre estuvo conmigo para apoyarme. En los malos momentos uno se da cuenta quienes son los verdaderos amigos. Agradecido eternamente  a mis padres, a mis suegros, a mi esposa, hijos y amigos”.

FICHA

Nombres: Mario Alberto

Apellidos: Amarilla Figueredo

Apodo: Candú

Fecha de nacimiento: 11 de agosto de 1980

Lugar de nacimiento:  Itá

Esposa: Julia Sanabria

Hijos: Irvin Jesús, Dandi Imanol e Ivonne  María José

Posición: Lateral y volante por izquierda

Estatura: 1,79 m.

Trayectoria:  3 de Febrero, selección Paranaense Sub 20 y Mayores; Cerro de Franco, 12 de Octubre, Sol de América, Minga Guazú, 13 de Junio, 4 de Agosto (de Juan León Mallorquín) y Boquerón.

Títulos obtenidos: Campeón sudamericano sub 20 con Paranaense en 1998, campeón con 3 de Febrero en la Liga paranaense y Preintermedia, en 1999. Campeón con 3 de Febrero en el 2000, en Liga Paranaense, campeón y ascenso a primera división con 3 de Febrero en 2004.

Mario Amarilla (segundo desde la izquierda, entre los parados), en el equipo de Sol de América.

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